viernes, 18 de marzo de 2011

coleópteros XVI



En esta tarde otoñal,
mi corazón, órgano que no solo sirve para irrigar sangre, hoy tiene una función mas bien emocional.
Me vuelve a ilusionar.

La puerta casi se cierra y...
¡Oh Dios! ¡ Qué sensaci´on visceral!
La inquieta vesícula hepática
con forma de globo verdoso,
la cual se encarga de la vilis
me provoca un dolor universal.
¿Oh maye con churros y chocolate!
Cuán deliciosa ingesta
que no solo provocó dolor de amores,
sino también de cabeza
me dejó cual coloeótero: Insecto que tiene la boca
apta para masticar
y caparazón dura como el escarabajo.
Así quedé en casa
escondido como un insecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario