domingo, 7 de marzo de 2010

coleóptero IV

Tiki tiki tiki
cabecita insolente
Tiki tiki tiki
patitas de terciopelo
subes subes, vuelas, chocas
trepas por mi ventana
tus colores demasiado subidos de tono
para este mi eterno invierno
tiki tiki tiki
allí vas de nuevo
intrépido, desafiante, incrédulo
tiki tiki tiki
si regresas terminará mi invierno.

coleóteros III





Los coleóteros pertenecen

al reino de los insectos.

Poseen tres pares de patas saltadoras

un par de alas membranosas

y otro en forma de helitro.

Su poderoso aparato bucal masticador,

con fuertes mandíbulas retráctiles,

son la causa de cuantiosos daños

en la agricultura.

Se los combate con químicos derivados

del principio activo asulfan,

aunque poseen una gran capacidad

de asimilación al compuesto.

Luego de varias aplicaciones del plaguicida,

las diferentes generaciones van desarrollando

un proceso conocido

como

resistencia,

donde van quedando vivos los individuos

genéticamente inmunes al principio activo.

La solución son las prácticas manuales,

la remoción de la plaga de uno en uno.

San Clemente del Tuyú. 03 de marzo de 2010


Excelentismos miembros de la Academia Argentina de letras, oradores, público presente:
En mi calidad de subsecretario adjunto en asuntos institucionales, tengo el honor de darle la bienvenida a un icono de la literatura contemporánea de nuestro continente. ¿Qué se puede agregar que ustedes, distinguida audiencia, no conozcan sobre la producción artística de nuestro homenajeado? Con un estilo filoso, metódico, milimétricamente construido, Eher Sugarno sacudió los paradigmas de una adormecida cultura literaria. Con su obra “morfología de las plantas superiores y otros poemas de amor”, creó nuevos horizontes estéticos. Al igual que Juan Sebastián Bach con su célebre “clave bien temperada”, Sugarno rompe con lo establecido, impreganándonos con su fresca y precisa lírica.

coleóteros II

Cornea pelada, cocú
que para ser insecto
tienes que tener tres patas
ni más ni menos
si tienes menos de tres, sos gallina
si tienes más de tres, sos bostero.

Bienvenida a Eher Sugarno (azúcar-no)



Reunidos todos estamos hoy. Algunos saben para qué. El agasajado no. Nacido en 1935, por obra y magia de la concordia entre una mujer y un marido, el escritor o escribiente al que incorporaremos hoy (29 de mayo de 1999) a nuestras filas se formó con lo mejorcito que encontró en la primera biblioteca que encontró cuando era chico. Sin fines de lucro fue que comenzó su relación de amor, que se transformó en eterna y un día lo acercó a la Facultad a estudiar Filosofía, y otro día, con la misma mancha vocacional y amor por las letras, literaturas escandinavas, Oriente, Occidente, y tantos atractivos del país del lenguaje manuscrito, inhóspito por momento, y de imprenta. La grata sorpresa de recibirte, querido Eher, en nuestras filas, nos pone felices, contentos y por qué no decirlo, un poco cachondos. Porque vos ya no sos un cachorro de nuestras letras, vos deveniste un bull-dog, y te necesitamos en la Academia no para lamerle las patas a otro autor, sino para que compartas con nosotros tus ladridos, que hablan de la realidad y de lo que nos pasa hoy como argentinos. Bienvenido Eher a nuestra sociedad. De ahora en más, vas a poder crear en paz, nadie te va a molestar. Te encerraremos en un placard y tendrás que hacernos 100 poesías por día por lo menos. Si no te echamos. Y vos sabés que cuando decimos algo lo cumplimos. Bienvenido amigo. Nos complace tenerte acá.




La Academia Argentina de Letras abre sus prestigiosas puertas de la institución al brillante poeta Eher Sugarno, un hombre que, pese a su extraña fisonomía, supo desde la palabra atraer a los lectores con un estilo pulcro, frío y por qué no extremadamente teórico. De todas maneras,, sus letras ya han dejado un legado para todos los hombres, ya que su poética siempre apuntaló la bandera de lo natural, del medio ambiente, de los elementos que habitan este planeta y que la mayoría de los seres humanos no logramos percibir. Gracias a Sugarno, la nieve, el ámbar, las raíces, nombrar algunos de sus reconocidos poemas, han recuperado las dimensiones de antaño, de los antepasados, cuando el respeto por la naturaleza tenía un enorme valor. Aunque el reglamento no contempla premios a los seres sobrenaturales, la Academia ha hecho una excepción porque entiende que pese a su estilo gris y tecnocrático Sugarno nuca abandonó su gran sueño de escribir y esto no es poco.

coleóteros

Tiene cuatro patas
dos antenas
un par de alas
y un duro corazón
parecido al escarabajo.
Este dolor de hígado parece
producto de un desfile
de coleópteros por estas
víceras que segrega la bilis,
que es voluminosa,
propia de los animales vertebrados,
que en los mamíferos tiene
forma irregular
y color rojo oscuro

coleópteros IX

La axial tiende a irritarse
al escribir tanto poema
sobre coleópteros
para la maldita Real Academia.
En helicóptero
mi dolor de hígado abandonaría
como esta absurda obligación a la rima.