lunes, 5 de abril de 2010

poema VII



La piel de ···

Recuerda bastante a una rosa amarilla recién abierta

el cuerpo algo particular

en vez de brazos tiene alas

y posee seis patas distribuidas

su cabeza recubierta de antenas

siempre hacia abajo

pero dicha actitud

casi permanente

lo llevó a escribir poesía.

La Academia Argentina de Letras tiene el honor, por mi intermedio, de recibir a un consolidado poeta según el dictámen de críticos y lectores. Su obra poética publicada en 1983 Ámbar amarillo fue reconocida y galardonada en distintos países y traducida a catorce idiomas.
Sugarno ha sido encasillado como un simple narrador especializado en los fenómenos físicos y químicos, sin embargo, fueron sus lectores quienes lo consagraron como un destacadopoeta enciclopédico.
Pese a todas las críticas que ha recibido su obra, él acepta que la poesía es la metáfora de un paisaje vivo que nunca culmina. Así mismo un poeta como Sugarno posee una refinada intuición y una capacidad para observar el más pequeño detalle y así desenmarañar el gran misterio biológico que rodea a los hombres.

poema VI



Es un insecto duro,

que puede tener cuernos

y siempre cuenta con alas interiores

para volar

y las exteriores para protegerse.

Puede enterrarse en la tierra

o vivir en el agua.

Se alimenta de materias variadas,

desde frutas hasta heces

y carroñas.

Se hallan en casi todo el mundo.



La Academia Argentina de Letras se enorgullece en recibir a un escritor único, original, comprometido con su arte y también, sin quererlo él, polémico. En este discurso se pretende presentar al autor, analizar brevemente algunas de sus obras, pero por sobre todo explicar y argumentar con fervor el cariño que nos ha llevado a brindarle este reconocimiento.
Un manto de neblina cubre lo poco que se sabe sobre los orígenes de Eher Sugarno. Se desconoce el día de su nacimiento aunque se sabe que fue durante el mes de marzo de 1941, en el norte de Brasil, específicamente en la ciudad de Recife, en el jardín del zoológico de dicha ciudad. Como todos saben el señor Sugarno no es humano. Es en cambio un insecto bastante peculiar con varias narices y tres ojos entre otras particularidades.
Esta academia no se centrará en la descripción física del autor, ya que no es para lo que estamos aquí, además el aspecto de este letrado ya es de conocimiento público, lo que sí quisiéramos destacar antes de sumergirnos en un breve análisis de su obra, es la grata y reconfortante sorpresa que esta academia siente al ver a Eher Sugarno hoy aquí, erguido ante nosotros con la ayuda de dos bastones, dejando atrás para siempre aquellos tiempos en los que tenía que reptar velozmente y de forma circular debido a sus ocho extremidades, que siempre fueron bastante rebeldes.
No queremos pasar por alto este hecho pues ilustra a la perfección uno de los motivos por el cual será admitido en esta academia, al ser un ejemplo para todos nosotros de tenacidad y autosuperación.
La primera obra de Sugarno denominada “Fotosíntesis”, publicada en Buenos Aires a mediados de la década del ’60, revoluciona el panorama poético al usar el proceso de la fotosíntesis como una metáfora del amor, convirtiendo a la obra y a su autor en los exponentes de una nueva sensibilidad poética y una profundidad sin precedentes.
Nacionalizado argentino y con una vasta producción en su haber reconocemos hoy a este escritor marginado, discriminado, hecho que lo llevó a concentrarse en su soledad y su diferencia para así darle nombre a ese núcleo vivo del cual está formado la vida.
Bienvenido Eher Sugarno a la Academia Argentina de Letras, esta incorporación no dejará de ser polémica y muy discutida. Los invitamos a que, junto con nuestro autor, debatamos este reconocimiento, ya que en el debate y la liberación del pensamiento reside la clave para que la literatura siga manteniéndose viva.

coleópteros XI



Puede ser una vaquita de San Antonio

con un fuerte hígado capacitado

para procesar lo que come con

su boca.

No se trata de la Vaquita de

San Antonio provincia de Córdoba

cubierta de pelo, con cuernos

pezuñas y rica, sabrosa y blanda carne.

La Academia Argentina de Letras se complace en recibir como miembro a Eher Sugarno, un gran artista y valiosísimo poeta en la línea de Eugenio Montale. Su obra publicada, que se inició curiosamente con su particular y única novela Tres brazos no alcanzan para rascarse abarca siete meses de premios nacionales e internacionales, traducciones a idiomas tan inimaginables como el jeringozo. Dicha obra está compuesta por catorce libros de exquisitos poemas que conectan a los lectores con lo sutil de la vida, todo aquello que Sugarno logra captar y plasmar como si contara con antenas especiales que lo contactaran con el otro lado de las cosas, esas que las personas simples no solemos notar.
Sugarno es un ser complejo, y esto es justamente lo que se vuelve hacia lo simple. Sufrimientos e interminables padecimientos, relatados en su novela, lo han convertido en un sabio, en una persona digna de situarse entre nosotros.
“Ciorán me ayudó a rascarme” ha sabido decir, demostrándonos su enorme grado de compañerismo con la verdad, las letras, lo real y nuestros muertos. Requisito indiscutible de nuestro estatuto. Y si bien Sugarno recién inicia su camino, sabemos que tiene sus tres pies perfectamente situados en el mundo de la literatura bien entendida y que no se moverá de ella.
Don Sugarno, sea usted bienvenido a nuestro hogar.

poema V



Es un insecto con dura caparazón

Y cuatro alas, dos membranosas, y dos duras

Que se pliegan estando en vuelo,

Tiene boca para masticar.



Esta Academia tiene el honor de presentar hoy a este moderno y valioso poeta, que nos sorprende constantemente con la variedad de temas que plasma en cada poema que escribe. Eher Sugarno logró con su poesía derribar prejuicios los cuales se encuentran altamente instalados en nuestra sociedad, por eso hoy vemos en él a “el poeta” sin otros miramientos que nada tienen que ver más que con su brillante escritura.
Sería un error citar alguno de sus poemas en particular, puesto que justamente la maravillosa en este poeta es la diversidad de los temas que toca. Considero que sería un desacierto de mi parte enumerar los libros escritos o cada premio de los obtenidos porque todos y cada uno de nosotros conocemos sobradamente su obra y sus resultados.
Señor Académico Eher Sugarno, sea usted bienvenido a esta casa que, con toda justicia, es también la suya.

poema IV



Desdichadamente me comí mi resina fósil

casi entre sueños

eran pequeños insectos, arácnidos y miriápodos

eran mis parásitos

coleópteros en mi estómago

sacudían sus alas.